Tenía pendiente subir a la cima de Agiña. La última vez que pasé por Agiña, solo fui a ver el Monumento al Padre Donosti, porque vi de casualidad una señal que indicaba que era una obra de Jorge Oteiza, al ir en coche de Lesaka a Oiartzun.
Esta vez volví al monumento y aunque debido a la niebla no pude ver las vistas que vi desde ese lugar la vez anterior, aproveché para hacer las fotos que no pude hacer aquella vez, como esta de la capilla diseñada por Lluis Vallet:
esta escultura de Oteiza:
o estos árboles que se ven en el camino, escondidos en una intensísima niebla:
Esa noche dormí en Lesaka en la Casa Rural Alan Zahar.
La verdad es que muy a gusto. Alquilamos una habitación doble para una noche a última hora justo el día anterior, aprovechando que alguien canceló su reserva por las predicciones meteorológicas que decían que haría mal tiempo en Semana Santa.
Y el caso es que el día siguiente amaneció despejado, pudimos subir a la cima del monte Agiña y disfrutar de las vistas 🙂
Tanto la subida a la cima, como la ruta al Monumento al Padre Donosti son muy accesibles. No he desvelado todos los secretos que esconde Agiña 😉 pero a quien quiera saber más, le recomiendo leer este post.