Tienes que sorprender a alguien que viene a Bilbao un fin de semana con ganas de comer buen pescado y conocer la costa de Bizkaia. Qué haces?
El viernes, le alojas en el Hotel Tamarises con vistas a la playa y salís a dar un paseo de pintxo pote por Las Arenas, sin olvidar parar a probar el pintxo de merluza del Bar Galea.
El sábado por la mañana le llevas a Bakio y le animas a hacer un cursillo de surf. Con el monitor de Local Surf Bakio yo me puse depié 2 veces en mi primer día, así que puedo asegurar que es buen sitio para aprender.
Luego vais al Restaurante Eneperi, a 5 minutos en coche dirección Bermeo. Primero, alucinará con el entorno en el que se en cuentra el restaurante, luego con la decoración interior del restaurante y luego con la calidad de la comida y el servicio.
Seguro que la comida se alarga, pero con tranquilidad, después de que se tome una buena copa el que no conduzca, marchais hacía Lekeitio.
Las vistas de la costa, la montaña y la zona de Urdaibai con la luz del atardecer os irá encadilando, hasta llegar al faro de Lekeitio, donde por cierto tienen un simulador de iniciación a la navegación al que merece la pena entrar.
Al llegar al hotel en Lekeitio, ya no habrá luz suficiente para apreciar el exterior del Hotel Zubieta, pero os sorprenderá por la mañana 😉
Para cenar, aunque parezca que después de Eneperi, no vayais a volver a disfrutar tanto, entrad al Restaurante Aroa y veréis como sin daros cuenta os habréis comido la menestra, los langostinos, el pulpo, los txipirones y el flan casero.
El domingo por la mañana os vais a la margen izquierda, y de paso, pasais por el puente colgante con el coche.
Parece que después de los dos anteriores va a ser imposible, volver a quedar tan satisfecho, pero si entráis al Restaurante Kaialde (Santurtzi), desde el momento en que el camarero os empiece a informar de los ingredientes de cada plato os daréis cuenta que algo muy bueno os espera, y nada más catar el vino lo confirmaréis.
Al final, no sabrá cual de los tres restaurantes fue el mejor y se irá de vuelta a casa maravillado con la experiencia.