Hasta los 35 años, no he tenido el placer de probar el mero, pero este año ya es la tercera vez que lo pruebo.
De las dos primeras veces, concretamente en Barbate y en Mundaka, ya he escrito anteriormente así que esta vez os voy a enseñar como fue mi tercer mero, un mero negro del atlántico, para ser más exacto.
Lo comí en Gorliz (Bizkaia), en el Asador Hondartzape, y he de decir que desde que entré en el restaurante y vi la materia prima, ya se me abrió el apetito.
Y no solo vi la materia prima, también vi al cocinero trabajar con sus cuchillos y preparar el mero que me iba a comer, hasta ponerlo en la parrilla:
Mientras se hacía el mero, nos trajeron una sopa de pescado, con sabor rico no, riquísimo! Luego le siguieron las almejas, y tras las almejas llegaron los txipirones.
Podría ser suficiente para alguno, pero el plato estrella todavía estaba por llegar… y llegó:
Un fabuloso mero negro del atlántico a la parrilla, del que salieron raciones tan generosas como esta 🙂
A diferencia de las dos anteriores veces en las que me quedé con ganas de comer más mero, esta vez acabé totalmente saciado. Vamos que no cabía de gozo en mi… pero todavía pude con la tostada del postre 🙂
Ya sabes, si quieres una buena ración de mero a la parrilla, el Asador Hondartzape de Gorliz, no defrauda.
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